Todas las actividades
bioquímicas de la célula viva, incluyendo la multitud de reacciones sintéticas
que producen sus moléculas constituyentes (carbohidratos, lípidos y proteínas)
dependen de diferentes enzimas específicas; aún la síntesis de enzimas depende
de enzimas, cuya especificidad es el resultado de su estructura primaria: la
secuencia líneal de aminoácidos en la molécula. El cómo y cuándo se construye
esa estructura es responsabilidad del ADN.
Cuando una parte de la
información contenida en la molécula de ADN debe ser utilizada en el citoplasma
de la célula para la construcción de las proteínas, ella es transcrita bajo la
forma de una pequeña cadena de ácido ribonucléico: el ARN mensajero (ARNm)
utilizando las mismas correspondencias de base que el ADN visto anteriormente,
pero con la diferencia ya señalada de que la timina es reemplazada por el
uracilo. Uno a uno se van añadiendo los ribonucleótidos trifosfato en la
dirección 5´a 3´, usando de molde sólo una de las ramas de la cadena de ADN y a
la ARN polimerasa como catalizador.
La operación de trascripción
no puede tener lugar salvo que dos secuencias particulares estén presentes en
el ADN: la promotora al comienzo de la secuencia, que es distinta en las
eucariotas y en los procariotas, y la de corte propiamente dicha -conocida como
cola de poli A (compuesto de hasta 200 nucleótidos de adenina)-, que en las
procariotas sólo existe al final de la secuencia. Las eucariotes presentan en
esta región una señal que induce la cópula de un precursor más grande.
Puesto que los pares de bases
se asocian asimétricamente (tomando como referencia el esqueleto de fosfato-azúcar),
un surco entre los hilos es más ancho que el otro.
Éstos se llaman: el surco
principal y el de menor importancia. Ambos proporcionan oportunidades para las
interacciones de las base-específicas, pero el surco principal satisface mejor
esa tarea y se observa más a menudo como el sitio obligatorio y primario para
comenzar las transcripciones.
La información genética
llevada por el ARNm deberá ser traducida en el citoplasma por una fábrica de
proteínas: el ribosoma (éste está compuesto por varios tipos de proteínas más
una forma de ARN, denominado ARN ribosómico). En el ribosoma no se podrá
comenzar la lectura de un mensajero mas que por una secuencia particular,
distinta en las eucariotes y en las procariotas. Asido el ARNm en el ribosoma,
el tercer tipo de ARN -ARN de transferencia (ARNt)- entra en acción.
Existen muchos tipos de ARNt y
cada uno es capaz de reconocer determinados grupos de tres bases (codones) del
ARNm. A cada triplete de nucleótidos, los ARN de transferencia hacen
corresponder uno de los veinte aminoácidos que constituyen las mayores cadenas
polipéptidas, las proteínas. La información es inscripta de un trazo en
el ADN bacteriano, pero en los organismos superiores se ha descubierto hace una
decena de años que la información genética constituye un mosaico en los que la
información útil es interrumpida por secuencias no codificantes, aparentemente
inútiles, llamadas intrones (las secuencias codificantes son llamadas
exones).En la célula eucariote, en principio, el ARNm transcribe todo, intrones
incluídos.
Las secuencias supernumerarias
formarán los lazos que serán cortados al mismo tiempo que los pedazos útiles
del ARN serán recolectados. Este proceso es llamado engrosado (el cual puede
dar origen a más de una forma diferente de empalme o empalmes alternativos de
los que puede resultar la formación de más de un polipéptido funcional, a
partir de una trascripción inicialmente idéntica; recién entonces, la molécula
engrosada de ARN mensajero maduro atraviesa la membrana nuclear por los poros
nucleares, ayudada por proteínas particulares de ribo-núcleo-proteínas (RNP´s
m).
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